domingo, 19 de diciembre de 2010

Las breves cinturas, los amores cobardes y el misterio del polvo



Quizás debería empezar las entregas de este blog cronológicamente. Si Sopotocientos fue el primer disco que recuerdo haber escuchado, quizás debería seguir con otro disco de mi niñez que recuerdo con mucho cariño, un disco de Luis Aguilé que tenía dos canciones memorables, Manuelita la tortuga de María Elena Walsh y Pinocho. Pero eso sería como armar un rompecabezas con piezas con número por detrás como en el Kindergarten Blanca Nieves (después hablaré de esto). Aparte sospecho que Silvio Rodríguez va a ser protagonista de varias entradas del blog, así que “voy a salir de él” desde la arrancada. Y por qué Silvio? En primer lugar, porque en esto de hacer canciones con olores y sabores no existe nadie en el mundo de habla hispana que lo haga mejor. Silvio nos demuestra constantemente que la poesía es música y la música poesía y que ambas no son mutuamente excluyentes. En segundo lugar, porque cuento con el honor inmenso de su amistad desde hace muchos años (aunque no coincidamos en muchos aspectos, sobre todo el político). Una vez se lo pregunté directamente: Se puede admirar tu música sin compartir tu ideología política? Me contesto (muy astutamente): “Yo creo que sí. Hay mucha gente que comparte conmigo mi ideología política y que no le gusta mi música”. Por último, porque las canciones de Silvio y las de Joaquín Sabina (otro que sospecho participara por acá) forman parte de ese cliché que dicen por allí: “la banda sonora de mi vida”.
Creo que aprendí a tocar guitarra, entre otras cosas, porque quería tocar esta canción. Nunca me imaginé, cuando Dan Wohlstein y yo luchábamos con los dedos y las guitarras en su casa de Santa Sofía a finales de los 80, que sería una canción que iba a significar tanto para mí. Oleo de mujer con sombrero, es la única canción publicada que forma parte parte de una tetralogía de canciones de Silvio, “Tetralogía de mujer con Sombrero” que incluye: 1-Apología de mujer con sombrero, 2-Oleo de mujer con sombrero, 3-Detalle de mujer con sombrero y 4-Mujer sin sombrero. La canción está basada en un supuesto cuadro de Marc Chagall (Moishe Shagall, pintor Ruso 1887-1985, de origen judío, que se hizo famoso por sus cuadros que representan momentos de la Biblia entre otras cosas). Digo supuesto, porque nadie sabe cuál es el cuadro (ni el mismo Silvio lo sabe) .Todos los que adoramos esta canción lo hemos buscado por siempre, infructuosamente. Silvio describe en un casete pirata que tengo, que era admirador de Chagall, y que le encanto un cuadro en el que aparecía una mujer con un sombrero blanco con una pluma. Por la misma época se celebraban los carnavales de la Habana donde vió a una mujer con un sombrero con una pluma blanca que le gusto aún más.


Una mujer se ha perdido
conocer el delirio y el polvo,
se ha perdido esta bella locura,
su breve cintura
debajo de mí.
Se ha perdido mi forma de amar,
se ha perdido mi huella en su mar.

En este primer párrafo vienen dos bombazos. Confieso que la imagen de la “breve cintura” debajo de mí, la considero pornográficamente espectacular y hormonalmente inigualable. En segundo lugar, porque hace su aparición magistral “el polvo” (que también aparece en otra canción, Resumen de Noticias: “he preferido el polvo así, sencillamente pues la palabra amor aún me suena a hueco).
Se lo he preguntado dos veces en mi vida:
Silvio, qué significa el polvo en tu canción Oleo de mujer con Sombrero?
Ricardo, no es ese polvo que te estás imaginando, aunque no estaría mal.


Veo una luz que vacila
y promete dejarnos a oscuras.
Veo un perro ladrando a la luna
con otra figura
que recuerda a mí.
Veo más: veo que no me halló.
Veo más: veo que se perdió.



Una mujer innombrable
huye como una gaviota
y yo rápido seco mis botas,
blasfemo una nota
y apago el reloj.
Que me tenga cuidado el amor,
que le puedo cantar su canción.

Y ahora sí, el bombazo atómico. La estrofa de la canción de Silvio que ha conmovido a más de uno, que ha sido protagonista de más de una relación (incluyéndome), que aparece en llaveritos, tazas de café, franelas, u otros menesteres que venden en sus conciertos, y que en mi caso particular, está tallada en madera, colgada en mi estudio desde donde escribo estas líneas:


La cobardía es asunto
de los hombres, no de los amantes.
Los amores cobardes no llegan a amores,
ni a historias,
se quedan allí.
Ni el recuerdo los puede salvar,
ni el mejor orador conjugar.
Podría hablarles horas de los amores cobardes. Prefiero no entrar en esa cuestión de que la cobardía es asunto de los hombres y no de los amantes. Supongo que más de un lector acá se podrá transportar en su propio mundo, pensar en sus amores cobardes y sacar sus propias conclusiones.
La última dos estrofas vienen con la famosa referencia al cuadro de Chagall.


Una mujer con sombrero,
como un cuadro del viejo Chagall,
corrompiéndose al centro del miedo
y yo, que no soy bueno,
me puse a llorar.
Pero entonces lloraba por mí,
y ahora lloro por verla morir.


Siempre que escucho esta última estrofa, me transporto de nuevo a mi niñez, al apartamento del que les hable en la primera entrada. Para mí el cuadro de Chagall es un cuadro de un pintor español que vivió en Caracas en los 70. En mi casa de clase media no podían haber Chagalles, pero si había un cuadrito de Félix Mas. La foto es del día de Mi Bar Mitzvah, cuando tenía 13 años. Aparte de criticar al peluquero que me cortaba el pelo ( que falta de talento, no?) quiero que vean en el fondo detrás de mi hermana Karina, a mi Oleo de mujer con sombrero.
Ah y no crean que se me olvido. Quería dejarles la primicia mundial del “polvo” para el final. Con el permiso de mi querido Silvio, me permito reproducir su respuesta la segunda vez que se lo pregunté:
“Me refería al polvo que mentaba Quevedo cuando dijo: "Polvo seré, más
polvo enamorado", al polvo que hemos sido y al que volvemos”.
Abrazos, Silvio

15 comentarios:

  1. Qué bueno que nadie me ha quitado el privilegio de ser el primer comentarista de este blog de mi regular amigo político --pero magnífico amigo humano-- Ricardo Seir. Qué bueno que soy el primero que lo abrazo y le beso (con su permiso) a su bella y gentil Andreína, con sus prometedores Ariannas y Gabrieles. Ahora ya puede suceder lo que sea, empastes y canciones mediante, yo con mi maquinita apenas incómoda, él con su instrumento creador de sonrisas. Singular forma más de hermandad entre Venezuela y Cuba.

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  2. Ricardo querido: me encanta tu forma de relatar y de contar y de hacernos vivir tus canciones. Oleo fue mi primer canción de Silvio, la primera que disfrutè con olores y sabores ya que La maza y Unicornio eran tan populares en ARgentina que las escuchabas cantadas por medio mundo pero nunca por Silvio; y debo admitir que me prendó lo de la breve cintura y no me pareció pornográfico (jeje), sino puramente humano. Siempre me llama la atención la cantidad de cosas en común que siento que tenemos con nuestros amigos a partir de la coincidencia en gustos musicales. Aguante Silvio y aguante Sabina, y aguante Ricardo Seir!
    Besotes a la familia. Yanita

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  3. Silvio, de nuevo, un honor inmenso tu amistad.
    Yani, lo de pornográficamente espectacular, por ser espectador del cuadro que nos dibuja nuestro querido amigo. (cuestion que no le quita lo humano.)

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  4. Muy bueno Ricardo!!!
    Un gran abrazo!
    Mario

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  5. Querido Ricardo, desde aquellos comentarios sobre elos significados de las canciones y hablabas de polvos, Oleo de mujer con sombrero quedó marcada como la canción de Ricardo Seir. Es un gusto leerte en estos tonos, tan cotidianos en lo que fue Ojalá-l.
    Bienvenido a la blogósfera y a la de ya, te pongo en mis links.
    Un abrazo y más felicitaciones!!

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  6. ¡Buenísimo tu blog, Ricardo! He disfrutado su lectura de principio a fin. Espero desde ya las siguientes entregas.
    Un abrazote.
    Eduardo

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  7. Los amores valientes si llegan a historias y no se quedan alli, estan llenos de recuerdos y verbos .....

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  8. Mario gracias por tu comentario. Un honor viniendo de ti.
    Ileana, querida amiga, me dio nostalgia tu comentario. Que bueno haber coincidido en Ojala-l y haberte conocido.
    Eduardo querido amigo, me enorgulleces con tu comentario, viniendo del maestro mayor en estos menesteres.
    Alex, tienes razon, aunque de los amores valientes como que no se habla mucho.

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  9. Arlen Jahoska Cuadra28 de enero de 2011, 15:36

    Está muy bonito Ricardo, me gustó mucho leer esto.
    abrazos

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  10. Ricardo, saludos. Entro por primera vez a tu blog y con siceridad, me ha encantado.

    Un saludo para ti.

    Johán Misler

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  11. Ricardo, no he terminado de leer tu comentario. Interrumpí la lectura sólo para decirte que el viernes, 4 de febrero voy a comenzar a tomar clases de guitarra. Ya le advertí al maestro que no sé absolutamente nada, que lo único que quiero aprender es alguno de los acordes más simples de Silvio (digo, si hay alguno).

    Tengo 57 años, pero todos los días se puede aprender algo... ¿ó no?

    Vuelvo a la lectura de tu comentario.

    Saludos,

    María

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  12. Ricardo, me encantó esta entrada.
    Es impresionante lo que puede hacer una canción...
    Sentimientos que viajan de allá para acá.
    Hermoso como cuentas y las respuestas de silvio, que te sirvieron a ti y hoy me sirven a mi.
    Ha sido un placer pasar por aquí, seguramente lo siga haciendo.
    Un abrazo.

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  13. Ricardo...! Gracias... gracias...
    Esta canción es tambien mi favorita.A pesar que la disfrutaba sin conocer su historia, ahora mucho más.
    Qué privilegio. Qué agradecida estoy.
    un abrazo
    Alejandra

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  14. Apreciado Ricardo: Me impresiona como una persona puede transfigurarse frente a otra. Si bien no somos quienes fuimos, y no somos quienes seremos, veo por tu blog que el Ricardo del cual me despedí cuando cumplimos 17 años en nuestra graduación del Liceo, ha evolucionado de forma sencillamente impresionante en cuanto a su sensibilidad y expresividad de la misma.

    Si bien no conocí tu casa, me resulta muy fácil imaginar a Dan y a ti tocando guitarra, y seguramente haciendo un buen ejercicio de una música que aunque no es exactamente la que mejor describe mis gustos (mi musa se quedó dormida al partir JS Bach), estoy seguro que fue una gran experiencia para ustedes!!

    También te expreso mis parabienes por tu amistad con Silvio, lo cual debe representar una gran fuente de inspiración y orgullo. Entiendo perfectamente que sepas captar la impresionante y profunda belleza poética y melódica de sus canciones. Pero en mi caso, y aunque también me tocan hondamente algunas de ellas (confieso mi falta de cultura en su música), me cuesta mucho darle el mismo contenido semántico a la palabra “amor” que él pueda entender, ya que para mí “amor” sin libertad, es tan sólo un escape…

    Ojalá no apartes a la música de tu vida, ya que conozco bien tu talento. Además, estoy muy seguro de que si fuese posible, harás aún más felices a tu esposa, hijos y amigos siempre que la pongas, de un modo u otro, en práctica y alrededor de ustedes. Además, la misma le da calor en el alma a quienes, aunque sea desde lejos, te apreciamos mucho.

    Recibe un gran abrazo, y te felicito por tu blog, por tu sensibilidad, inteligencia y logros.

    Daniel Varnagy

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  15. Ricardo apenas voy conociendo tu blog. Es un placer volver a leerte.

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